Cuando se tiene como objetivo garantizar que tanto plantas como árboles estén completamente libres de plagas e insectos que pudieran convertirse en una amenaza para ellas, para animales y sobre todo para los humanos, la mejor alternativa es un tratamiento fitosanitario.
Lo que hay que saber sobre los tratamientos fitosanitarios
Cuando se diseña un tratamiento fitosanitario hay que tener en cuenta muchos factores. Entre ellos, destacan las predicciones meteorológicas, la época del año en la que nos encontremos o también las posibles agresiones que puedan llegar a dañar la zona que tenemos como objetivo proteger.
Con ello se pretende acabar con las enfermedades de plantas y árboles, pero también proteger la flora y fauna local, minimizar los riesgos de futuras enfermedades y también mejorar la resistencia dela vegetación de la zona.
No solo se utilizan para explotaciones agrarias sino que pueden ser usados para jardines y zonas verdes como parques, sobre todo en un momento en el que las personas tienen un mayor contacto con la naturaleza y quieren disfrutar de los espacios verdes, tanto urbanos como los que no están en las ciudades.
Las plagas de insectos pueden llegar a ser muy peligrosas, no solo para las propias plantas y árboles sino también para nuestras mascotas, como los perros. Como ejemplo, podemos poner el caso de las orugas procesionarias, las cuales son una auténtica amenaza dado que el contacto de un perro con esta plaga, y sobre todo si el perro es alérgico, puede provocarles tanto asfixia como parálisis, siendo un gran peligro.
La globalización ha traído muchas ventajas, pero también muchas plagas que antes eran desconocidas en nuestro país, lo que ha hecho que cada vez se estén poniendo en marcha más tipos de tratamientos fitosanitarios, dejando patente su importancia para salvaguardar la salud de todos los seres vivos.